Con la pandemia de Covid-19 las organizaciones se han visto urgidas a desarrollar e implementar soluciones digitales, simplificar y automatizar procesos y facilitar el trabajo remoto a sus colaboradores para proteger su salud. Sin embargo, aunque el trabajo desde casa ha contribuido a contener la pandemia, también ha desencadenado cuadros de depresión, ansiedad y estrés, que afectan a los trabajadores, con probabilidades de extenderse hasta sus círculos familiares. El estrés de la pandemia, la falta de contacto personal con los compañeros, la extensión de horarios, el mantenerse “siempre conectados”, la recarga de trabajo para los padres con hijos en edad escolar (también en línea) y la poca educación en materia de trabajo remoto están afectando la salud mental y emocional.
Se plantea ahora un nuevo reto para las empresas, que pasa por la implementación de estrategias que promuevan integralmente, el bienestar físico, económico, social y mental de los trabajadores.
Según la Organización Mundial de la Salud: Hay muchos factores del entorno laboral que pueden afectar a la salud mental. En la mayoría de los casos, los riesgos que conllevan se deben a una interacción inadecuada entre el tipo de trabajo, el entorno organizativo y directivo, las aptitudes y competencias del personal y las facilidades que se ofrecen a este para realizar su trabajo.
Para la OMS, estos son algunos de los riesgos para la salud mental, dentro de los cuales hoy más que nunca debe agregarse la perspectiva del trabajo remoto:
No queda duda que la salud mental está convirtiéndose en un problema o en una oportunidad para fidelizar el talento en la organización, ya que cada vez más trabajadores demandan políticas adecuadas que contribuyan con su bienestar emocional. El diseño de programas específicos de salud física, mental y emocional, el fortalecimiento de la comunicación, la búsqueda de nuevas formas de acercamiento y convivencia, la evaluación de riesgos psicosociales, la implementación de políticas de respeto a los horarios de trabajo remoto, los Programas de Asistencia para Empleados (herramientas que las empresas ponen a disposición de sus trabajadores para ayudarles a lidiar con las situaciones familiares y del trabajo complicadas y que inciden de manera negativa en su calidad de vida), etc. son algunas de las soluciones que comienzan a dar resultados en el tratamiento de la problemática laboral que nos ha traído la “nueva normalidad”.
Julio Pérez